Un reciente Informe de la Oficina de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) apunta que América latina hay más de 20 millones de niños trabajando en fincas y plantaciones agropecuarias.
De ese total, unos 7 millones lo hacen en las "peores formas" apunta el trabajo y en lo amplio de la descripción quedan incluidas labores insalubres por la exposición a tóxicos, tareas de fuerza y riesgo por la exposición a maquinaria peligrosa por ejemplo.
Se trata de 20 millones de niños, cuyas edades van de los 5 a los 14 años que deben trabajar para contribuir con la economía de sus familias postergando la educación y el juego.
Setenta por ciento de los trabajadores infantiles está empleado en la agricultura. Realizan actividades como el cuidado del ganado y la cosecha de cultivos, utilizan maquinarias peligrosas y aplican pesticidas. Más de 132 millones de niños entre 5 y 14 años ayudan a producir los alimentos que consumimos y la ropa que usamos. Por tener que trabajar deben relegar sus estudios y eso inexorablemente afectará sus futuras oportunidades de escapar del ciclo de pobreza, de encontrar mejores trabajos o convertirse en trabajadores independientes.
La agricultura es uno de los tres sectores que ocupa la mayor cantidad de mano de obra infantil en todo el mundo, la acompañan la minería y la construcción. Y al mismo tiempo son las 3 actividades más riesgosas y con mayores índices de accidentes según la OIT. No es difícil deducir que muchos de los accidentados y afectados son menores.
"El sector rural está con frecuencia caracterizado por la falta de escuelas, escuelas de diversa calidad, problemas para retener a los maestros en zonas remotas, falta de educación accesible para los niños, bajos y variables índices de asistencia a la escuela rural, y niveles más bajos de rendimiento y logro escolar. Además es probable que los niños deban recorrer largas distancias caminando para ir y regresar de la escuela. Incluso cuando los niños reciben educación, sus vacaciones están organizadas en torno a la estación de la siembra y la cosecha”, explicó Michele Jankanish, Directora de OIT-IPEC.
martes, 12 de junio de 2007
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