viernes, 21 de septiembre de 2007

Primavera

Detrás del alambrado es un lugar para reflexionar, hablar de aquellas cosas que tienen que ver con el hacer cotidiano del sector productivo, de la ruralidad.

Y si hablamos del campo no se puede pasar por alto la llegada de la Primavera. Por estas latitudes el 21 de septiembre marca el inicio de la más colorida de las estaciones. Plazas y parques de pueblos y ciudades se colman de estudiantes y jóvenes ansiosos por celebrar la llegada de la estación de las flores y el amor.

Rosario no es la excepción. No sabemos si está enamorado, descorazonado, pensando en algo en particular o curando los efectos de una noche pre día del estudiante… no importa, le prestamos nuestro alambrado, total del otro lado… nadie lo va a ver.



¡Feliz Primavera para todos!

martes, 18 de septiembre de 2007

Si no puedes con él… Aplástalo!

En Argentina -y en otros países del globo- mucho se habla de los cuasi milagrosos efectos que produce comer Ajo. Su consumo acarrea beneficios por sus bondades antisépticas, fungicidas, bactericidas, depurativas y (anoten) afrodisíacas. Quién no ha escuchado el chiste que hace referencia a algún político de turno cuya fortuna de dudosa procedencia amerita un:“Fulanito tiene más propiedades que el ajo”.

Lo cierto es que este pequeño vegetal puede hacer mucho por nuestra salud pero muy poco por nuestra vida social. Hasta ahora. Un informe del ARS -la agencia principal de investigaciones científicas del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA)- le da rigor científico a un viejo truco que ya conocían nuestras abuelas.

“¡Aplástelos! Luego, los cuece ligeramente. Esta sugerencia viene de los científicos del Servicio de Investigación Agrícola (ARS) y sus colaboradores en Argentina” aconseja el trabajo que distribuye la oficina que depende del USDA.

La explicación de los expertos apunta que la lilácea (como su prima la cebolla) es una rica (para algunos) fuente de compuestos llamados tiosulfinatos que ayudan a proteger el corazón. Estos compuestos de azufre, más bien conocidos por causar el lagrimeo de ojos, podrían bajar la presión sanguínea y disolver las masas potencialmente perjudiciales de plaquetas en la corriente sanguínea.

La mayoría de investigadores y expertos en nutrición suponía que para obtener los beneficios cardiovasculares del ajo se debía ingerir los bulbos en su forma natural: crudos.

Cuestión que expertos patearon el tablero gracias a los descubrimientos del genetista vegetal del ARS Philipp Simon y sus colegas argentinos Pablo Cavagnaro, Alejandra Camargo y Claudio Galmarini. Simon trabaja en la Unidad de Investigación de Cultivos de Verduras mantenida por ARS en Madison, Wisconsin. Cavagnaro, Camargo y Galmarini trabajan en INTA La Consulta en Argentina.

Sus hallazgos están publicados en el 'Journal of Agricultural and Food Chemistry' (Revista de la Química de Agricultura y Alimentos).

Como mucha gente en todo el mundo salta o cuece al horno los dientes antes de comerlos, los investigadores querían comprobar si la cocción reduce los efectos del ajo de diluir la sangre. Asimismo, querían determinar el impacto del aplastamiento del diente, antes de cocinarlo, en su capacidad de disolver las plaquetas que pueden obstruir las arterias.

Después de hervir, cocer al horno y cocer al horno de microondas los bulbos aplastados y no aplastados, los científicos descubrieron que el ajo aplastado y ligeramente cocinado ofrece casi todos los beneficios del crudo. La única excepción fue al utilizar el horno microondas, el cual eliminó casi todos los efectos del ajo de diluir la sangre.

Así es que… ya no hay excusas. Un aliento saludable ya no tiene por qué ser apestoso!